Como sabes, los niños comen por los ojos, si les parece bonito lo que ven, entonces se lo comen. Así que es imprescindible que los alimentos tengan un buen aspecto para los pequeños. En este post te enseñaremos algunos trucos muy útiles para que crezca sano y fuerte. ¡Allá vamos!
Ambiente agradable
Es importante crear una situación inmejorable en el lugar en el que los niños van a comer. La temperatura, la televisión y la compañía influyen de forma significativa. Se recomienda que no vean los dibujos o su serie preferida mientras están comiendo ya que esto podía intervenir negativamente en el acto de comer y sobretodo cuando es verdura al entretenerles demasiado. Pero puedes decirle que si se porta bien y se come toda la verdura, tendrá un premio como puede ser algo de chocolate esporádicamente y ver su película favorita juntos. Dentro de este apartado entra también la ropa, que debe ser apropiada para tus niños, calentita y que ellos la lleven cómodamente. En Tino y Tina, tenemos disponibles muchos modelos tanto chándals como pijamas. Entra aquí y disfrútalos.
Raciones pequeñas
Otra cuestión a tener en cuenta es que los niños deben comer lo que pueden y no más de lo que su organismo puede soportar. De igual forma que los trocitos tienen que ser pequeños para que no se agobie si ve pedazos muy grandes y mucha cantidad. El plato puede estar decorado de forma graciosa con la propia comida para que le resulte mucho más placentero y divertido comérselo.
Comer con hambre
Otro truco infalible es que el pequeño cuando coma, lo haga con hambre y no se siente con sueño o cansado. Eso producirá una respuesta activa en su cuerpo y aunque no lo guste demasiado lo que hay en el plato, se lo comerá porque se siente hambriento. En ese momento es importante que no ingiera dulces o snacks que pueden saciarle antes de tiempo.
Juegos de camuflaje
Como hemos dicho al principio, los niños comen si les parece atractivo lo que están viendo, así que camuflar un poco la comida de vez en cuando no viene mal. Por ejemplo, carne con verduras en el interior o huevos con tomate. También es clave que el niño vea alimentos que le gustan cuando observe el plato. Esto producirá que no se produzca una reacción negativa al inicio.
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