Con la llegada del otoño y el fresquito, Tino&Tina cambian su alimentación. Pasamos de aquellas verduras y frutas de agua fresquitas a alimentos más contundentes propios de esta nueva temporada.
De esta manera, llega el momento de integrar en los menús diarios novedades como el brócoli, la uva, los frutos secos o la berenjena, entre muchos otros.
Este otoño no debería faltar en la mesa algún día de la semana un buen plato de potaje de garbanzos, lentejas, cremas y también alguna sopita para la cena, que siempre entran mejor al ser más ligeras, y más ahora que llega el frío.
¿Por qué debemos comer y enseñar a los niños a que coman productos propios de la temporada?
¡Fácil! Es por que estos alimentos ayudan a fortalecernos por dentro. Aportan los nutrientes necesarios para hacer frente a un cambio de temperatura… Por ejemplo, el incremento de las lluvias, el frío o el viento son propios del otoño y esta nueva alimentación que por regla general se toma en platos calientes, ayuda a relajarse al cuerpo y a adaptarse mejor a dichos cambios.
Así que ya sabéis, llegó el momento de cambiar los hábitos del verano. Dadle poco a poco paso a las nuevas frutas y verduras y disfrutad con los peques ideando posibles menús donde incorporarlas. Si hacéis de esta rutina un juego en el que los niños tengan voz y voto, aceptarán con una sonrisa cada uno de los platos que cocinéis.
¡Feliz semana!